Este titular apareció en uno de los diarios que leo con más frecuencia.... por una razón que desconozco mi software se alteró al hablarme... tuve que leer casi deletreando el título de esta nota...  http://larepublica.pe/blogs/pasado/2013/01/15/suicida-de-26/

Probablemente a muchos les moleste el tono del abordaje de Marco Sifuentes, pero me parece bastante imparcial.  Cuando casi al final de la nota se hace referencia a cómo ingresa el hacker a la plataforma de Jstor, y va bajando los documentos gratuitos secuestrados obedeciendo a un concepto muy personal de justicia, casi me daban ganas de llorar.... Vinieron a mi recuerdo épocas anteriores a la creación del software NVDA de Creative Commons que ahora muchos discapacitados visuales usamos, traje con nostálgia esas ocasiones en que las personas con discapacidad habíamos formado grupos de idealistas, con un sentido de justicia más o menos parecido al del hacker de la nota, pero en relación al costosísimo software lector de pantalla JAWS, para muchos no había más alternativa que la  crackedversion, imposible comprar si quiera una copia y había que ir a la Universidad, estudiar en desigualdad de condiciones y tratar de ser los mejores, esos grupos siempre albergaron en su seno a un traidor/  (a), alguien que delataba los FTP de descarga, en fin...     

Aaron Swartz ha escapado en el vehículo suicidio, a dónde ya no pueden perseguirlo, a  dónde las condenas no llegarán, al único sitio dónde será libre, pero ha quedado lo útil, lo bueno de su obra, que ojalá invite a la reflexión a esos que han crecido tanto...